Blog

Editorial – ¿Por qué el golf no está incluido en el programa de los Juegos Paralímpicos?

Para-Golf-Caroline-Larsson

Logo-Paralimpics-Rio-201611 Septiembre 2016 – Es un buen momento para escribir de golf adaptado. Hemos disfrutado mucho viendo los Juegos Olímpicos de Río 2016, por televisión los que no hemos viajado este verano a Brasil, y de ver cómo Justin Rose e Inbee Park se proclamaban campeones olímpicos de golf ante los ojos del mundo, en una disciplina deportiva que retornaba al programa de los Juegos después de 112 años de ausencia.

Ahora, después de unas semanas, volvemos a tener la fortuna de ver, sin duda gracias a TVE-Teledeporte, los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Yo ya experimenté en vivo y en directo los Paralímpicos de Barcelona’92 –todavía conservo una camiseta de Petra, la amiga de Cobi-, y puedo afirmar que cada vez que se celebra una nueva edición rememoro la auténtica lección de esfuerzo, emoción, sacrificio, superación y disfrute que dan los deportistas paralímpicos, no sólo a mí sino a toda la sociedad. Y eso a pesar de que cuando terminen dichos Juegos, sus protagonistas pasarán prácticamente al anonimato durante los siguientes cuatro años –bueno, dos mejor dicho, gracias a los Paralímpicos de Invierno en Pyeongchang 2018-. Personalmente pienso que su competición deportiva, sin la presión del cariz profesional de los Juegos de Agosto, nos devuelven el romanticismo del amateurismo de aquellos primeros los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, desde Atenas 1896.

Para-golf-Sebas-Lorente

Pues bien, me encantan las pruebas paralímpicas de atletismo, natación, tiro con arco, boccia, canoa, ciclismo, hípica, fútbol, goalball, judo, powerlifting, remo, vela, tiro, vóley sentado, tenis de mesa, triathlon; o baloncesto, esgrima, rugby o tenis en silla de ruedas, y sobre todo, ver las gradas llenas. Pero estoy echando algo de menos… el ¡golf!

Aprovechar las extraordinarias infraestructuras creadas para los Juegos Olímpicos en los Paralímpicos es, sin duda y cada cuatro años, una idea excelente. Sin embargo, si en Río 2016 se reintrodujo el golf en el programa, y se diseñaba un magnífico campo de golf como el de la Reserva de Marapendi, ¿por qué no figura también en el programa paralímpico?

Para-golf-Caroline-Larsson-2Y mientras, vemos en el mundo del golf jugadores como el español Sebas Lorente o la sueca Caroline Larsson (ambos en las fotos), por citar un par, que estarían encantados de ser paralímpicos y de demostrar lo que son capaces de hacer en el campo, independientemente de su condición. Existen asociaciones americanas, europeas e internacionales de golf para jugadores discapacitados en sus diferentes categorías, y no es difícil establecer clasificaciones como en otras disciplinas paralímpicas, y ofrecer medallas en pruebas de para-golf para jugadores en silla de ruedas, amputados, ciegos, sordos o pegadores de Long Drive.

Investigando un poco he descubierto que en 2010 ya se presentó solicitud para que el para-golf fuera incluido en el programa de los Juegos Paralímpicos 2016, pero no tuvo éxito ante la junta directiva del Comité International Paralímpico (IPC). Y lo que es peor, parece que tampoco se le ha tenido en consideración para el programa del los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Hay un número limitado de deportes admisibles, y en las deliberaciones se tienen en cuenta rigurosas evaluaciones sobre el deporte, como su difusión en países y continentes, si se practica con regularidad, si tiene reglamentos y planes antidopaje, o iniciativas para hacer el deporte más atractivo. Y es aquí donde el tema parece encallado, superado por otros deportes que han trabajado mucho más por ser aceptados. Así es que, por el momento, el golf adaptado sigue ‘fuera de juego’.

Para-Golf-Wheelchair-golfers

Habiendo un campo de golf olímpico en Río construido para la ocasión, se debiera haber estimado oportuno incluirlo como deporte paralímpico. Y desde aquí queremos apoyar la iniciativa de que en un futuro cercano el golf sea introducido en los Paralímpicos, y de él aprender lecciones, por qué no, de un/a jugador/a ciego/a haciendo un hole in one, de un/a golfista amputado/a jugando bajo par o pegando la bola a 400 yardas. Ojalá que las instituciones involucradas tomen buena nota y ya en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 podamos disfrutar del para-golf entre las disciplinas paralímpicas.

Por Miguel Angel Buil