8 Agosto 2025 – A menudo vemos a los profesionales del Tour levantando chuletas en el campo de golf. Ese pedazo de hierba que sale volando desde el suelo tras el impacto, sin que se deba a golpes fallidos, sino más bien todo lo contrario, de perfecta ejecución.

Entonces, ¿por qué los pros hacen tantas, y los amateurs hacemos tan pocas? Aquí vamos a darle una explicación rápida, por si a alguien le puede interesar.

Los profesionales hacen chuletas porque su palo se desplaza con velocidad en un plano descendente hacia la bola. Ese movimiento les ayuda a comprimir la bola contra el césped, creando un mejor contacto, mayor control y más spin.

La chuleta se forma después de pegar la bola, lo que significa que primero golpean la bola y luego el suelo, que es justo lo que se busca con los hierros.

El tamaño y la forma de la chuleta pueden variar según el palo elegido, la amplitud del swing, y el tipo césped. Una chuleta más profunda puede provenir de un swing más pronunciado, o de un césped más blando; y una más fina puede indicar que el suelo es más firme, o que se ha ejecutado un golpe más superficial.

Ambos pueden ser buenos, ya que lo importante es pegar con consistencia, y de lo que se trata es pegar la bola primero.

Y, recuerda, observar tu chuleta te puede contar mucho de cómo has realizado tu swing y cómo has pegado el golpe.