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Campos – El golf se apaga definitivamente en el campo público barcelonés de Golf Sant Joan

2 Agosto 2019 – Un año y dos meses después de su cierre por orden judicial, el campo público de Golf Sant Joan, situado entre Rubí y Sant Cugat (Barcelona), ha cerrado definitivamente las puertas a su irregular actividad del golf. Impulsado en 1994 para popularizar el golf en Cataluña, su decadencia de los últimos años contribuyó a acumular una enorme deuda hasta 2013. Posteriormente, la infructuosa gestión de sus distintos operadores privados hizo que las 80 hectáreas de terreno que ocupaba se cerraran en Abril de 2018, y ante el abandonado, la naturaleza se ha encargado de engullir sus calles y greens, ocultando sus 18 hoyos.

En un comunicado de ayer 1 de Agosto de 2019, la Federació Catalana de Golf (FCG) ha notificado el cese oficial de las actividades deportivas en Golf Sant Joan de forma definitiva. “El campo de golf y las instalaciones de Sant Joan han pasado a ser propiedad del Institut Català del Sòl, que a partir de ahora promoverá el destino y uso más beneficioso para la población de los municipios de la zona”, señala el escrito.

Después de más de un año abandonado, y con un vecindario ansioso de espacios verdes, las poblaciones circundantes reclaman desde hace tiempo acceder al recinto para disfrutar de unos terrenos que son de titularidad pública. Y con el presente anuncio de la FCG, parece que están más cerca de conseguir darle otro uso al recordado campo y vivero del golf catalán.

El Instituto Català del Sòl (Incasol) empresa pública dependiente de la Generalitat de Catalunya, deberá decidir ahora si, a remolque de la presión social y política, recupera el espacio para reconvertirlo en un gran parque interurbano. Un nuevo proyecto para un espacio que, en otra época más boyante, fue importante promotor del golf en Barcelona.

Diseñado por Severiano Ballesteros, con su peculiar firma del bunker en forma de ‘S’, Golf Sant Joan fue el primer campo público de Cataluña. Tras los 9 primeros hoyos abiertos en 1994, hubo que esperar diez años hasta que ver terminados los nueve restantes, en 2004. Detrás de su construcción estaban la FCG y la RFEG, en colaboración con el Institut Català del Sòl y el CSD.

Ya desde el principio, la FCG tomó las riendas del derecho de uso para los siguientes 75 años, pero 20 años después, en 2013, la deuda acumulada ya ascendía a 2,3 millones de euros. Para intentar aliviarla se vendió la concesión a la empresa privada, y después de pasar por varios gestores, viendo que la deuda seguía creciendo, se vieron obligados a rescindir el contrato, optándose por el cierre de la instalación en Abril de 2018.

Ahora, ante la ausencia de inversores u operadores, nacionales o extranjeros, interesados en mantener el derecho sobre la superficie y mantener con vida la actividad como campo de golf, se ha optado por olvidarse del golf y pasar el testigo al Incasòl.

Por Miguel Angel Buil